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Desmaquillar: es importante limpiarse bien el rostro antes de dormir, y sobretodo eliminar cualquier resto de maquillaje ya que taponan los poros e impiden que la piel respire, además de irritarla y dañarla, para ello podemos utilizar toallitas desmaquillantes, desmaquillador bifásico, agua micelar o el que te vaya mejor.
Limpiar la piel: Una vez retirado el maquillaje procedemos a limpiar la piel utilizando agua tibia para ayudar a abrir los poros y que la limpieza sea más efectiva, aplica el limpiador con el que te sientas mejor con leves movimientos circulares y vuelve a enjuagar la piel con agua tibia.
Exfoliar: No debe hacerse diariamente, pero realizar esta acción junto a la limpieza 2 o 3 veces por semana ayudará a eliminar restos de células muertas que tu piel no ha podido eliminar de forma natural. Si tu piel se irrita con facilidad, considera reducir la frecuencia.
¿Limpieza manual o con cepillo?
Si lo que quieres es una limpieza pura y efectiva, lo mejor es utilizar el cepillo facial, pero no es para todas las pieles, y aunque su efectividad sea notable, puede irritar o dañar las pieles más sensibles, en este caso se recomienda utilizarlo con menor frecuencia.
¿Cuál es el producto ideal para ti?
Hay muchos tipos de limpiadores que pueden adaptarse a tus gustos y necesidades así que aquí te dejamos una lista con las más populares.
Aceites: son muy versátiles, ya que funcionan muy bien para retirar el maquillaje, se ajustan a cualquier tipo de pieles, incluidas pieles dañadas o con acné, suelen ser vegetales y son agradables de utilizar.
Leche limpiadora: son muy agradables de usar gracias a su textura ligeramente cremosa, pero está limitada a pieles sin ningún tipo de problemática, y debe retirarse por completo después de su uso. No es la más recomendada si utilizas maquillaje waterproof.
Limpiador en gel: los geles son muy buenas opciones para utilizarse tanto en solitario como mezclado con aceites o la leche limpiadora. Tampoco debe preocuparte el tipo de piel que tienes, porque siempre hay geles específicos para cada una.
Agua micelar: una de las últimas novedades que ha llegado para quedarse, su base compuesta por micelas retira el maquillaje y las impurezas de la piel con extraordinarios resultados, utilizable por todo tipo de pieles e incluso recomendada para pieles sensibles.
Desmaquillador bifásico: el as en la manga para las personas que utilizan maquillajes más fuertes o resistentes al agua, una mezcla de aceite y desmaquillador perfecto para ojos y labios. No se recomienda utilizarlo diariamente.
Toallitas desmaquillantes: Las toallitas son el método más efectivo y rápido de la lista, pero también puede ser el más dañino, por eso se recomienda su uso a ocasiones excepcionales, y aunque existan toallitas especiales para pieles sensibles, es mejor utilizarlas solo en pieles normales.